lunes, 16 de septiembre de 2013

La masía del radioaficionado.

En esta entrada os presento una vieja masía laberíntica, que rompe todos los esquemas con los visto hasta el día de hoy. Se trata de una construcción curiosa: una gran masía, y un pequeño anexo, que forman un conjunto de dos viviendas, y lo que parece ser un antiguo proyecto de restaurante.

La arquitectura es distinta debido a los constantes cambios de altura y diversos pisos, así mismo también encontramos puertas tapidas, que no conseguimos ver dónde llevan. La masía tiene también en el subterrano una gruta de varias decenas de metros de longitud, acabando en un bonito manantial del que extraían el agua.

Curiosamente, a título personal, me ha gustado esta masía, ya que el que era el hijo de los dueños (más adelante veremos su habitación de adolescente), vive ahora encima del terreno dónde trabajo, en la cima de una colina. Ya de joven esta persona era radio-aficinado como delatan las numerosas revistas del sector o posters que decoraban su antigua habitación, y a día de hoy, allí dónde os he dicho que vive, tiene numerosas antenas, por lo que sigue con la afición que empezó de joven. Yo personalmente no lo conozco, pero mi tio con el que trabajo tiene trato con él.



Decoración del techo de la primera habitación con la que nos encontramos.
 

Inicio de la escalera principal, que lleva a las viviendas de la masía.

 

Corona de flores al lado de la puerta de una vivienda.


 



Estancia con un viejo sofa reposando al fondo.


Antigua cocina oxidada, presente en numeros abandonos que hemos visto hasta la fecha.

 


Fotografía  que nos muestra la disposición de la escalera y los pisos.
 




Casi todas las habitaciones tienen las paredes pintadas o recubiertas de papel.
 

Al fondo la naturaleza está empezando a adentrarse en el interior de la masía.

 
Papel desconchado.
 

Patio interior de la masía con un ventanal en lo alto.

 







Curioso "timbre" manual.
 

Antiguo frasco encontrado en el desván de la masía.

 
Colección de frascos.
 

















Como veremos a continuación, el chaval era un gran aficionado a los Beatles.


Novelas de género Western.

 






Sacos enteros de botones, seguramente alguien de la familia era aficionado o se dedicaba a la costura.
 






Vieja silla desolada por le paso del tiempo.

    
Interior de la habitación del chico.

 






Colección de vinilos.


Antiguo frasco de colonia, aún olía bien.

 
Bajo la atenta mirada del muñeco proseguimos con la exploración.

 


Espero que os haya gustado el report

4 comentarios:

Sara Von Hammersmark dijo...

Muy buen reportaje y buenas fotos Al !

Sitio raro raro donde los haya ...

Me han gustado sobretodo las fotos de las botellitas antiguas, las cuales no vi porque me daba mal rollo pisar el suelo de la planta de arriba xD

Viejas Sombras dijo...

Habían muchos detalles en el piso de arriba, era arriesgado pero valió la pena!

Ғѳтѳԍгαмαѕ δεł ραѕαδѳ dijo...

Menuda paranoya tuvimos en aquella masía! Pero hasta que no dimos con todas las salas no paramos eh!! jeje

Lo pasamos muy bien aquél día!

Lo mejor, pensar cada dos por tres que ya habíamos acabado y de repente encontrar zonas nuevas en la masía! xD

Maquinas y Escombros Urbex dijo...

Cuantos detalles y cuantas referencias a los Beatles. Me han gustado mucho ese techo pintado y la vieja cocina, pero a medida que avanzaba el reportaje me he quedado con la boca abierta. Saludos