En esta entrada os presentamos una de las cientos de casas o mansiones que construyeron los indianos a lo largo de los pueblos de costa de nuestra región.
Se trata de una casa de grandes dimensiones, con dos plantas, un vasto jardín, granga, embarcadero, refugio anti-aerio, minas de agua que recorren la montaña, valsas de agua (¿piscinas?), zonas de deporte, etc..Se encuentra a unos 20 kilometros de Barcelona.
Un poco de historia:
El siglo XIX y XX fue testigo de una gran oleada de migraciones hacia el antiguo continente. El hambre, y las pocas espectativas de futuro, obligaron a muchos españoles a cruzar el charco. Algunos crearon mucha riqueza, y al regresar a España, los indianos mostraban su nuevo y ostentoso modo de vida, rodeado de lujos y grandes mansiones. Por ejemplo, Can Munt. Se desconocen los motivos por los cuales se abandonó, pero según nos informó un lugareño, por motivos de herencia.
En los años 1990 y 2000 se propuso hacer un complejo hotelero y residencial de lujo de la mano de la promotora
Can Munt Parc. Se preveia construir hoteles de 4 y 5 estrellas, de unas 60 habitaciones y recuperar antiguas edificaciones y las piscinas. Las superficie totales del hotel serían de unos 400 m2 por planta, y pretendía crear riqueza y turismo a toda la zona del Maresme. Por suerte, o por desgracia, la promotora no superó los duros trámites urbanisticos, y la idea quedó en un simple borrador.
Meses más tarde, una cadena norteamerica de hoteles,
Dolce International, pretendía hacerse con el complejo y gestionar un complejo hotelero para acoger convenciones y reuniones de trabajo. Además, se pretendía construir unas12 casas de estilo colonial y un hotel de 60 habitaciones para poblar los 65.000 metros cuadrados de la finca. Finalmente la propuesta de construir las casas, las redujo a 8, y a aumentó las el número de habitaciones del hotel a 100, donde 6 de ellas estarían en el interior de la mansión que actualmente sigue en pie. La masía, de 800 metros cuadrados, sería el eje central del hotel, donde se situaría el vestibulo de entrada, y en torno a el se levantarían tres edificios anexos, con una superficie total de 4000 metros cuadrados. El complejo dispondría de 13 salas de convenciones, se reconstruiria la piscina que tiene forma de riñon, y entre otros servicios, el hotel dispondría de restaurantes, gimnasio, sauna, pistas de tenis, y unas 200 plazas de aparcamiento. La inversión prevista era de unos 4000 millones de pesetas, de los cualas, 150 eran para re-acondicionar el jardín.
Finalmente, La finca se dejó a su suerte, y la promotora se disolvió.
La verdad es que el estado es bastante deplorable, encontramos numerosas pintadas, muchos elementos rotos, y la fachada del edificio principal nos hace una idea de como está el interior..
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Subiendo hacia la finca |
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La casa está completamente integrada en la natura, alejada del nucleo urbano |
Como hemos dicho antes, el estado es bastante malo, aunque varias construcciones se mantienen aún en pié, al contrario de otras, en las que entrar es misión imposible
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La edificación de la derecha debió ser una granja |
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Fachada principal |
La fachada de la vivienda está completamente asaltada con grafitis y destrozos. Sus puertas, ventanas y demás accesos fueron tapiados para evitar que gente entrara en su interior, pero de nada a servido dado que encontramos numeros accesos por los que entrar a la vivienda. ¿Hay ocupas en su interior?
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Estado actual |
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Gárgolas, pocas quedan aún en pie
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Numerosos detalles y ornamentos de decoracíón aún siguen en pie, aunque es bastante dificil ver lo poco que queda de ellos.
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Barbacoa |
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Vista del tejado |
Subiendo por el recinto encontramos las citadas balsas de agua, o piscinas. No queda ni gota de agua, y en su interior se pueden apreciar como pozos, todos anegados de agua y barro..
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Detalle de la balsa o piscina |
Dichas balsas podían tener la función de recoger al agua que circulaba a través de las numerosas minas que recorren parte de la montaña, y que tienen su inicio en Can Munt.
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Se puede apreciar un pozo |
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Escaleras escondidas por la maleza |
Seguimos subiendo por los jardines de la finca, y a nuestro paso nos encontramos con más valsas de agua, entradas de minas, y hasta una antigua pista de tenis.
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Pista de tenis, o lo que queda de ella |
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Detalle curioso en la cima de la montaña. No sabemos si pertenece a la finca. |
Volvemos a la parte inferior, donde hay los restos de cobertizos, granjas, cocheras,..
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Lo poco que queda del cobertizo |
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Embarcación en la cochera |
Vamos con el apartado de las minas, ya que requiere una mención especial. Exiten varias entradas y difurcaciones que salen de la galeria principal, sumando entre todas, una longitud de 650 metros que discurren a lo largo de la montaña. Su acceso es complicado, y requiere conocimientos en espeleología y material apropiado para entrar, no basta una simple linterna. Su amplitud no pasa de los 40 centimetros, al menos en las entradas.
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Entrada a la galería principal |
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Entrada segundaria a la mina, en un punto del jardín |
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Interior de la galeria principal |
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Plano extraido de otra web, con el recorrido de las minas |
No nos podemos olvidar de otra construcción curiosa: un refugio anti-aereo, de medianas dimensiones:
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Entrada al refugio |
Aquí finaliza nuestra visita a Can Munt, nos hubiera gustado entrar en las minas, pero no disponemos de los medios necesarios. Esperamos que se mantenga en pie por muchos años, y no acabe en runas, como muchas otras casa o mansiones con su legado de historia.
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Vistas |
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Vistas desde el mirador |