sábado, 21 de septiembre de 2013

The end of the road.

Para algunos son simples máquinas, para otros una pasión. Esta vez visitamos un solar lleno de coches antiguos y clásicos, dejados de la mano de su dueño a la intemperie, sufriendo el día a día las inclemencias del tiempo y de los vándalos. Es una lástima que no se haya invertido algo de dinero en poder cobijarlos bien y darle un futuro más rentable, pero lo que es cierto es que hay una buena simbiosis entre la natura y estos vehículos, adoptando colores y matices bonitos:





Motor de un 600, aparentemente con la mayoría de piezas para su funcionamiento.

Logo del Seat 131E, un buen coche y potente para la época. 1592cm2 y 95cv, la versión más lujosa del modelo.

La carrocería en varios tonos de colores y los pilotos traseros, le confieren un toque deportivo.






Este 600 ha sufrido un serio golpe, toda la carrocería está deformada. El chasis igual.





Citroën Dyane 6 furgoneta


Cuadro de instrumentos (muy sencillo).


Observar la palanca de cambios en el salpicadero.



Escarabajo bastante bien conservado, con una no muy desproporcionada inversión de dinero seguro que puede volver a circular.





Otro 600 y el 131E al fondo







Dos pequeños abandonados junto a la vía del tren.



El óxido está haciendo desaparecer la pintura azul celeste original





Interior del escarabajo, relativamente bien.



Motor de algún 600. Como anécdota, un familiar me contó que al tener el motor en la parte posterior, éste se calentaba fácilmente  y constantemente estaba el ventilador de refrigeración encendido, por lo que hacía un fuerte ruido.



Seat 127, bastante bien conservado






Antiguo logo Seat, aún bajo la licencia de Fiat.



Nos despedimos del lugar, no sin antes observar como la naturaleza absorbe estos trocitos de la historia del motor.

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