miércoles, 15 de octubre de 2014

Proyecto ferroviario en en vía muerta.

  En esta entrada os traigo un viejo cementerio de trenes, un viejo proyecto que quedó en el olvido, una vía muerta sin resucitar. Se trata de un gran descampado con máquinas y vagones de todo tipo. Desde máquinas Diésel de maniobras, máquinas de minas, vagones de pasajeros, teleféricos, y hasta un funicular.

El objetivo de este "amontonamiento" era crear un museo del ferrocarril y del transporte en Catalunya. Una supuesta desviación de fondos de la Generalitat hizo que el encargado de dicho futuro museo dedicara el dinero a otros menesteres. Así pues, el material se fue acumulando a la espera de un futuro incierto, bajo las inclemencias del tiempo, de los chatarreros, y de los vándalos.


Máquina de maniobras.



Vista frontal de otra maquina de maniobras


La vista del conjunto es desoladora, hierro, madera, óxido,...


Primer funicular de Montserrat, con carrocería íntegra de madera.

Máquina Diesel de maniobras.


Logo de la empresa la cual explotaba la máquina.

Nótese los cuatro cilindros del motor.




Antiguo "funicular" de obras.


Pequeña máquina de maniobras/mina.

Detalle del motor.


Kilos de óxido que hacen de la restauración, una ardua tarea.





Vista general del conjunto.

Motor eléctrico conectado al de explosión para hacer de generador.


Manómetros de presión en la vieja cabina de mando.






Viejo funicular de Montserrat, en el que el tiempo y sus inclemencias lo han ido deteriorando.

Interior de vagón, aún se conserva bastante decente.


Instrumento de comunicación entre los vagones y la estación, que es dónde se sitúa el puesto de mando.


Interior sin asientos pero aún así bastante conservado.


Detalle de la rueda de un lado del eje completamente lisa. Esto es así ya que para salvar el corazón del desvío de cruce de trenes, las pestañas de una rueda convencional de tren, harían que descarrilara. De este modo, únicamente un lado del eje tiene rueda con doble pestaña, y las del lado contario, ruedas lisas para salvar los desvíos. Este es el motivo por el cual nunca llegaran a tocarse los funiculares en el momento del cruce.


Después de esta visita, volvimos al cabo de medio año y ya no quedaba ningún material. Se ve que gran parte se intentó salvar, dejando para chatarra lo insalvable. El futuro del museo del transporte aún es incierto, pero el hecho de sacar el material de ese lugar ya es un indicio de un supuesto interés por parte de los entes públicos de recuperar el patrimonio ferroviario de este país.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho este reportaje. Las fotos son una pasada. Qué pena que todos esos vagones y máquinas estén abandonadas en la mitad de la nada.
Con tus descripciones, se nota que eres un entendido en el tema de los trenes.
Es una suerte que tengamos a alguien que nos enseñe este lugar.
Me gustaría ver más reportajes nuevos, ya que te has animado a seguir publicando.

24/01/14 CYS