lunes, 10 de diciembre de 2012

Restaurante de montaña abandonado.


               Esta vez nos adentramos en un viejo restaurante de montaña, abandonado desde hace unos años, pero que su estado de conservación es perfecto. No hay rastro de que hayan pasado a saquear ni vandalizar el lugar.

La visita la realizamos durante dos sesiones debido a los detalles y la grandeza del recinto. Este incluye la casa de los dueños, dos salones-comedor, un bar, y una sala de juegos con billar.


Conjunto del recinto



Curiosa estatuilla del jardín



Armario del interior de la vivienda del dueño



Cocina de la vivienda de los dueños
 

Trastero de la vivienda


El baño, intacto, de la casa de los dueños


 


Comedor de la casa, a la derecha observamos las cortinas de la habitación de los niños


Una vez dentro del restaurante, entramos a la cocina


Cámaras frigoríficas


Puertas herméticas de dichas cámaras
     
Puerta que da al restaurante. Camino de paso de los camareros
 
Platos y demás material de cocina respartidos por la estancia

Nos vamos acercando al gran comedor, detalle de la máquina de cobrar y los vasos a mano derecha

Las mesas, puestas por última vez, estaban recubiertas únicamente por una fina capa de polvo






Cuadros, y demás objetos que decoraban el viejo restaurante

Se puede apreciar lo grande que era el comedor




Al fondo, la barra del bar







El bar, con su máquina de café y todo lo necesario para servir un local de estas características

Llaves, bolas y palos del billar. Este se ecuentra en una edificación conexa, junto a la entrada de una cueva de más de un siglo de antigüedad.

Salón de arriba

Salón superior (2)




Otra vista del salón con parte del grupo al fondo

Armarios con su interior bien intacto

Antiguo congelador, con el logo de Frigo de antaño




El bar, a la espera de un futuro incierto




2 comentarios:

Alegolu dijo...

Hola!! Me ha encantado el reportaje; tanto la casa como el restaurante están muy llenos de detalles!!
Parece que lso dueños vayan a aparecer de un momento a otro :D
¡¡Saludos!!

Sara Von Hammersmark dijo...

Aún recuerdo la primera vez que entramos, despúes del gran susto que nos llevamos, y con la sensación de mal rollo y nerviosismo mientras caía la noche ...